jueves, 5 de abril de 2007

Triste poema


Angustia y dolor,
alivio y rendición.

Alivio ante la angustia
que oprimía mi corazón.

Sabía que tarde o temprano se iba a ir.
Más temprano que tarde su corazón dejará de latir.

¿Qué debe hacerse?

¿Rendirse ante un problema
que no tiene solución?
¿O internarse en un camino
doloroso y sin curación?

¿Qué debe hacerse?

El egoísmo me lleva a querer retenerlo un poco más.
Acariciar su pelo, abrazarlo...

Si pudiera hablarme,
todo sería más fácil,
porque no hago nada más que preguntarme,
¿cuál sería su decisión?